¿Debo aislar acústicamente la vivienda del cliente? 

Si cada día recibes más quejas de tus clientes sobre los ruidos porque empeoran su calidad de vida, es momento de que se les plantee aislar acústicamente el suelo de su vivienda. Cada vez más personas optan por esta alternativa, aunque implique hacer algo de obra, ya que son muchas las ventajas que el aislamiento puede ofrecerle. Recuerda que el ruido es uno de los principales problemas de las casas españolas.

¿Por qué llevar a cabo una insonorización? 

El aislamiento acústico en las viviendas es fundamental, ya que existen todo tipo de ruidos que pueden tener un impacto muy negativo en la vida diaria de nuestros clientes. Para comprender la situación en profundidad podemos diferenciar entre tres tipos de ruidos que nos afectan y para los que existen soluciones individuales: ruidos aéreos, vibraciones y ruidos de impacto. 

Ruidos aéreos y vibraciones 

Los sonidos de tipo aéreo tienen este nombre, precisamente, porque se propagan por el aire. Son, por ejemplo, los gritos o los ruidos que llegan a las casas si los vecinos tienen demasiado alta la televisión, la radio... 

Las vibraciones, por su parte, las producen algunos tipos de maquinarias, por ejemplo lavadoras, secadoras y otros electrodomésticos. Se transmiten de un piso a otro cuando entre ellos hay paredes o suelos comunes, ya que las vibraciones se propagan por su superficie. 

Si este es algunos de los problemas que tu cliente tiene estás de suerte, porque tiene un arreglo sencillo. En ambos casos basta con instalar un suelo flotante, ya que la cámara de aire que quedará entre las dos capas de suelo funcionará como amortiguador para este tipo de ruidos. 

Para llevar a cabo esta técnica es necesario que un material más o menos elástico se sitúe entre ambas capas de suelo, para que evitar así la transmisión de sonidos. Una de las alternativas favoritas para esto es la lana de roca, ya que es un material que impide que las vibraciones y ondas pasen de una capa a otra del suelo, impidiendo su propagación a la vivienda. 

¿Cómo puedes mejorar el confort acústico?

Los edificios no solo se deben proteger del frío y del calor sino también del ruido. Ya que si no están adecuadamente aislados contra los mismos, el descanso y confort de nuestros clientes se verá perjudicado.

Ruidos de impacto 

Estos ruidos son más complicados de evitar que los de los casos anteriores. Los sonidos que se producen por impacto se deben a golpes, caídas de objetos o pisadas de tacones que producen un ruido repentino y fuerte al chocar contra la superficie. 

La forma de dejar de escuchar estos ruidos es insonorizando la vivienda con materiales que resulten especialmente resistentes a la compresión. De lo contrario, podríamos incluso estar amplificando el ruido al crear puentes de sonido de una vivienda a otra. 

Existen muchos materiales sintéticos y naturales que cumplen con estas características y que resultan muy eficientes para evitar los ruidos de impacto.

Entre ellos se encuentran los fieltros y el caucho. 

Las espumas de célula abierta junto con un sistema de acabado, o disponer un suelo flotante, en cambio, son una alternativa que funciona bastante bien reduciendo los tres tipos de ruidos: el aéreo, las vibraciones y el de impacto; por lo que serían las opciones más seguras. 

Ahora que ya conocemos lo fundamental sobre el ruido, puedes ofrecer soluciones para aislar acústicamente el suelo de tus clientes. 

Evita toda clase de sonidos y ruidos que impiden su descanso y que puedan empezar a disfrutar de la tranquilidad de un hogar perfectamente protegido del exterior y de los que les rodean. 

Es importante tener en cuenta que en una obra de reforma es muy difícil conseguir el silencio total por lo que no debemos prometer algo que es muy difícil de conseguir, pero si que podremos mejorar la situación y conseguir resultados muy aconsejables.


El nivel de ruido propuesto por la OMS al aire libre es de (decibelios): 55 dB

Según la OMS, en cuanto a países más ruidosos España se sitúa en: 2º lugar

Según normativa, los niveles admisibles de ruido en una vivienda son de 30 decibelios (dBA), lo que equivaldría un murmullo o una conversación de biblioteca. 

En la mayoría de casos estos principios se ven alterados por ruidos molestos, cuya procedencia puede ser aérea“ (desde el sonido del tráfico que se filtra por la ventana hasta a una conversación intramuros). Además a estos ruidos aéreos debemos añadir los ruidos de impacto (como las pisadas o arrastres de mobiliario) o estructurales (ruido procedente de las vibraciones del metro). 


PROMUEVE: ANDIMAC
Con esta iniciativa los principales distribuidores y fabricantes queremos que las empresas reformistas, instaladoras, los profesionales de la obra (albañiles, escayolistas, instaladores, etc…) que apuestan por su trabajo, que se sienten orgullosos de su labor, descubran una nueva dimensión de su trabajo, que no es poner ladrillos, instalar griferías o colocar cocinas, sino ayudar a la gente a tener mejores casas y ser más felices en ellas.