¿Puedes ahorrar con el suelo radiante cerámico?
Los sistemas de pavimento cerámico climatizado unen en un sistema la creación de ambientes cálidos y el ahorro de energía. Para ello, estos sistemas de suelo radiante de baja altura se aprovechan de la alta conductividad térmica de los recubrimientos cerámicos o de piedra natural y su capacidad de acumular energía.
El Pavimento de Cerámica Climatizado puede disponer de una baja altura de construcción, esto se puede conseguir ya que se pueden aplicar sólo 8 mm de mortero sobre la placa de nódulos y los tubos de calefacción instalados entre los nódulos. Por esta razón el calor llega rápidamente a la superficie. Además, es importante que el sistema cuente con una lámina de desolidarización, que forma parte del sistema, que es la que ayuda a la distribución homogénea del calor a través de sus canales internos de aire, que se comunican entre ellos.
Otra ventaja del Pavimento Cerámico Climatizado es, que incluso durante su fase de instalación se puede ahorrar tiempo y material. Gracias al bajo recubrimiento de los nódulos, se requiere una menor cantidad de material de recrecido respecto a sistemas convencionales. Además, la lámina de desolidarización se puede colocar en cuanto el mortero sea transitable, lo que evita los largos tiempos de espera durante el secado del mortero generando un ahorro de tiempo de hasta cuatro semanas.
De esta forma se convierte en un sistema de calentamiento de revestimientos, que contribuye a la creación de un clima interior saludable y de confort. Gracias a su baja altura de construcción que puede llegar hasta sólo 5,5 mm.
¿Es un buen sistema para las reformas de viviendas?
Sí, especialmente aconsejable para las reformas de viviendas, que muchas veces disponen de una altura de habitación reducida, se han desarrollado soluciones que cumplen estas exigencias gracias a sistemas de construcción de baja altura.
Tanto en reforma como en obra nueva es importante pensar en la acústica ya que se está cambiando el suelo por ello se puede equipar la placa de nódulos con un aislamiento acústico adicional de unos 5 mm de grosor.
Aun así podemos hablar de alturas de construcción de solo 26 mm más el recubrimiento. Por otro lado, si no disponemos de altura suficiente o no tenemos problemas acústicos se pueden conseguir alturas de construcción a partir de 20 mm más el recubrimiento, aunque en este caso se debe pegar la placa al soporte.
Por otro lado, estos sistemas también son para el calentamiento eléctrico de suelos y paredes de cerámica y piedra natural. A diferencia de las mantas eléctricas convencionales, los cables eléctricos del sistema se pueden instalar directamente sobre la lámina en todas aquellas zonas, donde se quiera calentar revestimientos cerámicos de forma rápida, precisa e individual. Gracias a su función de desolidarización, se puede instalar incluso sobre soportes críticos, como p. ej., madera o recrecidos frescos, sin que aparezcan grietas en la cerámica o que se dañen los cables eléctricos.
Pero con estos sistemas no solo se puede calentar y desolidarizar superficies, sino incluso realizar trabajos de impermeabilización, por lo que este sistema es perfectamente apto para la impermeabilización y el calentamiento de duchas de obra.
Adicionalmente, las láminas pueden estár equipadas en su reverso con una tela de unos 2 mm de espesor. Esta tela actúa como aislamiento a ruido de impacto y como barrera térmica, permitiendo un calentamiento más rápido del revestimiento cerámico en suelos y paredes. Además, con la incorporación para su instalación en paredes, los propios revestimientos cerámicos actúan como zonas puntuales para el secado de toallas o evitan la aparición de moho en las paredes interiores de fachadas.
Existen sistemas de baja altura, perfectos para obras de reformas, con una altura de construcción de: 5,5 mm
Podemos encontrar sistemas de suelo radiante que puedan trabajar a una Tª de impulsión de sólo: 30ºC
PROMUEVE: ANDIMAC
Con esta iniciativa los principales distribuidores y fabricantes queremos que las empresas reformistas, instaladoras, los profesionales de la obra (albañiles, escayolistas, instaladores, etc…) que apuestan por su trabajo, que se sienten orgullosos de su labor, descubran una nueva dimensión de su trabajo, que no es poner ladrillos, instalar griferías o colocar cocinas, sino ayudar a la gente a tener mejores casas y ser más felices en ellas.